Cúmplete tus propias promesas

Constantemente conversamos con nosotros mismos, y nos hacemos promesas, hacemos planes con nosotros mismos, trazamos caminos de vida y una y otra vez nos fallamos.

Cuando nos comprometemos con un tercero, por lo general honramos la palabra empeñada y cumplimos la promesa, ahora cuando es a nosotros mismos parece que es tácito o está dado por sentido que si no cumplimos no hay problema o no pasa nada. es una promesa vacía.

En  ocasiones es sumamente difícil pero debemos empezar a comprometernos con  nosotros mismos y empezar a cumplir nos nuestras propias metas nuestros propios compromisos cada vez que nos digamos a nosotros mismos que vamos a hacer algo debemos hacer todo lo posible y todo lo que esté a nuestro alcance para cumplir con eso que estamos diciendo  y ser también más honestos con nosotros mismos, ya  que al  dejar de cumplir con lo que prometemos alimentamos la idea de seguir haciendo promesas irreales y falsas, y de esta forma creamos un mundo de fantasía en nuestra mente permitiéndonos cosas que no vamos a cumplir.

No te hostigues al hacer una promesa apresurada, que luego no puedas cumplir,  no te dejes llevar por tus sentimientos hablando de tus promesas que después no puedas cumplir, debes ser realista para poder definir o poner en claro cuáles son los pasos que debes hacer para llevarlas a cabo. Ya que siempre hay consecuencias sobre nosotros así no las veamos en el momento.

Una promesa asume compromiso bien sea con otras personas o con nosotros mismos, al hacer una promesa estamos declarando el firme compromiso de cumplir lo que prometimos en específico. Al dar nuestra palabra hay confianza de parte de la persona que recibe la promesa y así tendrá derecho de molestarse si no realizo lo convenido.

Es beneficioso tanto para nosotros como para nuestras relaciones estar seguros de que cada vez que decimos que haremos algo lo vamos a hacer, ya que ganamos confianza y quedamos como personas responsables y fieles a nuestros compromisos.

Esto nos hace ganar confianza y eleva nuestra autoestima al punto de no dejar vencernos en el intento de lo que nos prometemos.